Muchas veces no se ve lo que hay detrás de una imagen, por lo que se necesita no sólo mirar, sino que aquí cobra su verdadera importancia el "observar". Por tal motivo, debemos cultivar la imaginación en nuestros estudiantes, animar su creatividad, soltar las riendas de la fantasía para que galopen interminables viajes por mundos apasionantes y desconocidos. En este mundo tan materialista y frío, que ha reducido la vida a una mezcla de teleconsumo (televisión y compras), que reniega de las utopías y asfixia la esperanza, los genuinos educadores deben ejercitar continuamente la capacidad de imaginar y soñar con nuestros alumnos.
Aprender con imágenes debe familiarizarnos mediante la práctica del análisis con los aspectos visuales y simbólicos de la imagen. El análisis de una imagen compromete significado, sea formal, escénico o de contenido con un denominador común.
Una imagen se entiende como un conjunto de signos, para la que podemos plantearnos una hipotética "gramática visual", en la que se debe tener en cuenta simultáneamente la posición y el significado de la información visual. Leer una imagen es interpretar signos, identificar su significado, teniendo siempre en cuenta que una imagen es a la vez "representación" de una determinada realidad y "expresión" de la mente o intenciones de su autor, el cual se expresa efectuando una particular representación.
Como acertadamente dice Lluis Busquets: "Leer la imagen querrá decir identificar no la significación de las cosas, sino la significación de la imagen en cuanto tal. Dicho de otra manera: identificarla como signo, eso es, como expresión de la mente de su autor. Leer imágenes es captar la idea del autor de las mismas expresadas en y por ellas". El arte de aprender con imágenes y sobre todo, el arte de enseñar cuenta con muchos recursos y fuentes.
Asimismo, debemos darnos el tiempo para hacer un alto en el camino y ponernos a reflexionar el cuál ha sido la imagen que perciben los alumnos de nosotros como maestros. Acaso somos entusiastas, aburridos, distraídos, amigables, enojón, indiferente, cuestionador, propositivo, dictador, chambista, imaginativo, creativo, etc.
“Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo”, Sidhartha Gautama.
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